Brasil, conmocionado por la matanza de estudiantes en una escuela de Río

Un joven de 23 años ha asesinado a una docena de alumnos de una escuela en Río

Las cámaras de seguridad del centro muestran como los alumnos huyen desesperados

El asesino dejó una carta en la que explica cómo quiere ser enterrado

Brasil sigue de luto y conmocionado por la matanza en una escuela de Río de Janeiro. Un hombre, aparentemente desequilibrado, entró en el colegio y disparó indiscriminadamente contra los niños que comenzaban las clases del día y mató a por lo menos 12 de ellos e hirió a otros 20, antes de suicidarse. Las imágenes de las cámaras de seguridad de la escuela muestran a algunos de los alumnos huyendo desesperados y manchados de sangre y a los padres entrando precipitadamente al centro hasta toparse con el cadáver del criminal.

 

Las imágenes del horror en una escuela de Río. Vídeo: Informativos Telecinco

• "Nada impuro podrá tocar mi sangre"

A pesar de que no se escucha el sonido las imágenes grabadas por las cámaras de seguridad de la escuela de Río de Janeiro muestran el horror que vivieron los alumnos que comenzaban las clases como un día más.

El terror se siente en estos pequeños que intentan alcanzar la salida, que salen despavoridos, algunos heridos, porque en el interior del aula del que salen se está cometiendo una masacre.

El autor, que también aparece en la imagen, es un ex alumno de 23 años, : Wellington Menezes Oliveira, que dejó a 12 niños muertos y una veintena de heridos.

Pero la tragedia pudo ser incluso mayor, la casualidad quiso que dos policías pasaran por la zona y al ver a los pequeños salir corriendo con su ropa ensangrentada entraron rápidamente al edificio, consiguieron reducir a Wellington con un tiro en la pierna. El chico, una vez en el suelo, se pegó un tiro en la cabeza.

Junto a su cuerpo se ha encontrado una carta llena de referencias religiosas en la que confesaba que tenía el virus del Sida. En la nota deja instrucciones sobre su entierro, pide que su cuerpo no sea tocado por "impuros", que sólo lo hagan "los castos o los que perdieron su castidad después del matrimonio y no se involucraron en adulterio", y da muestras de fanatismo religioso.

Los 20 heridos se recuperan en un hospital de la ciudad mientras el Gobierno brasileño ha decretado 3 días de luto oficial.